viernes, 13 de agosto de 2021

EN UNA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA de la Novela Espíritus (en el mundo de la materia)

 

El libro fue presentado en Salta en 2019

ESPÍRITUS (EN EL MUNDO DE LA MATERIA)
extracto del capítulo VI: 'En una Universidad de California')

Después de salir de la Universidad de Bristol, consiguió una vacante como profesor visitante en California. Era el sueño de todo europeo, cobrar en dólares. Estuvo allí un año enseñando, luego concursó para la materia Filosofía de la ciencia y la ganó. Otros profesores universitarios que habían llegados como exiliados lo ayudaron. Decidió quedarse a vivir en San Francisco. Continuaba llevando sus diarios, donde anotaba ahora más comentarios sobre obras teatrales, películas, óperas, resúmenes de libros y lo principal: detalles de personas que había conocido. Europa era el pasado que había que olvidar. Uno de los libros que había venido leyendo durante el viaje en barco era ‘Malleus Maleficarum’, publicado en latín por el siglo XV, y utilizado en la inquisición para enviar a presuntas brujas a la hoguera. Como había descubierto a Freud, buscaba con qué materiales el patriarca vienés había elaborado ese texto que le llegó: ‘Una neurosis demoníaca en el siglo XVII’. Se había documentado en Inglaterra sobre el caso de Christoph Haizmann. Este era un pintor bávaro quien decían que había firmado un pacto con el diablo. Ocho años después sufría de convulsiones de las que se curó por un exorcismo. El enigma que le despertaba la lectura de Freud, era como hacía aparecer al padre como sustituto del diablo. El pintor luego llevó una vida monacal y volvía a estar en presencia del Maligno, cada vez que bebía de más. 

Desde que Karl Krauss y Julius Wagner Jauregg- premio Nobel de medicina- se lo tomaban a Freud en broma en su Viena natal, estaba en guardia con sus lecturas. El psicoanálisis no le parecía broma, pero veía que en cada lugar cada uno lo interpretaba a su manera. Conocería a Siegfried Bernfeld, otro vienés que ya estaba en California, quien estaba renunciando a una asociación psicoanalítica de San Francisco, debído a como formaban los psiquiatras a los jóvenes psicoanalistas. Leería un par de artículos de Milred Edi Brady que había escrito sobre un tal doctor Wilhelm Reich: ‘El nuevo culto del sexo y la anarquía’ y ‘El extraño caso de Wilhelm Reich’. Habían aparecido en una revista que se editada desde 1850 y en un diario de la costa oeste. Lo más extraño es que ellos, Berfenfeld y Reich, habían estado con Freud en Viena en la década del 20, y ahora no eran ni conocidos en estas asociaciones psicoanalíticas. Así parece funcionar lo que queda de algún tiempo: algo que se rescata, algo que se niega y otra parte que se olvida.

Sus primeras épocas como docente fueron para conocer aquellos que comenzaban a plantear nuevos modelos de conocimientos. Eran los que buscaban esclarecer el problema de la mente- cuerpo, las sensaciones y las discusiones sobre la realidad. A su vez seguían debatiendo con otros sobre mecánica clásica y mecánica cuántica, sobre la teoría de la elasticidad y la relación entre teoría y experimento.

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