martes, 1 de junio de 2021

Yo pisaré las calles nuevamente

 



Conocí Chile en dos oportunidades. Valparaíso, Isla Negra (una de la casas de Neruda) y Santiago. Siempre venía a mi recuerdo lo del golpe de 1973 y todo lo que fui  sabiendo después. Hace poco vi el documental de Armand Matterlart, 'La espiral' y actualicé todos los horrores, que me contaron amigos chilenos que salieron al exilio.

Viendo un encuentro en youtube de Walter Ansaldi, escuchaba en una clasificación que hacía sobre temas de América Latina con respecto a si era feudal, precapitalista durante la colonia, para explicar los temas del desarrollo y dependencia y el lugar del Estado; situaba a Chile entre las transiciones más largas. Estaban en ese período debatiendo el pasaje de las dictaduras como fueron instaladas y luego en los 80 como fueron pasando a democracias. Cuando sabemos cómo Pinochet se había nombrado senador vitalicio, que dejó una constitución para que los sectores medios y de trabajadores no pudieran modificarla; y  en materia de Derechos Humanos no se revisaría los casos de crímenes de lesa humanidad: todo estaba a favor de quienes se quedaron con el país. No podía dejar de comparar como en Valparaíso los militares, marinos, se sentaban en una mesa de las veredas de una confitería cualquiera, y charlaban mostrando sus galones y uniformes. Eso en Argentina por suerte no lo vimos con los militares luego de los juicios

Saber que Chile no tiene sindicatos, que habían instalado el laboratorio de la economia de Milton Freedman, eran cosas que se mostraban como conquistas para el mundo. Cuando pude estar en Chile fue el momento en que a Pinochet lo habían detenido en Inglaterra, y regresaba al país. En las calles lo vivavan, las clase medias salían a festejar la llegada de su 'Tata'. Era la psicología de Masas que había leído en libros sobre el fascismo. Me asombraba que me preguntaran en Chile si era verdad que las  universidades argentinas eran gratuitas. 

Las dictaduras con sus clases dominantes siempre se han apoyado en el poder militar. Por eso Colombia no es lo mismo que Chile aunque sea una rebelión no vista antes. La transición chilena pudo por ahora institucionalizar algunas cuestiones de la democracia. Es una nueva esperanza que se abre para la gente si la clase dirigente no los traiciona

 (Escrito para el Foro de Comunicación UNLP/ UNP)


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