El año cerró con noticias de La Rioja, a nivel país.
Un cura riojano escribió por facebook: “quien
siembra muerte, engendra y cosecha muerte. No se quejen después de los
femicidios. La naturaleza es sabia. Felicitaciones a los que apoyan la muerte
de inocentes”. Sus palabras tuvieron repercusión y otro locutor radial sanjuanino
invitaba a violar a las mujeres, ya que había sido aprobada esta Ley. Estas son
algunas de las consecuencias que empezaba a traer la nueva Ley de Interrupción
Voluntaria del Embarazo.
Pero la idea era pensar en otros aspectos del 2021.
Ya tendremos un año para bailar al son de las nuevas cepas que se están
transmutando. Por eso otra de las noticias que se proyectaron en La Rioja fue
la del ‘simulador de vida en Marte’
que apareció en la tapa de diarios argentinos. A veces estas noticias que nos
proyecta como país, repercuten afuera antes que en nuestras comarcas. Nos pasa con los Congresos y Jornadas de
Robótica e ‘Inteligencia Artificial’, donde
intervienen estudiantes de secundaria, desarrollando toda su inventiva y
creatividad. En síntesis: es ver como toda una generación vive el mundo
tecnológico del siglo XXI y no arrastran cuestiones, que aún no se han resuelto
de la Edad Media. Por eso lo del ‘Simulador’, trasciende como noticia.
A
su vez en este tiempo de verano había vuelto a tomar de la biblioteca, un
clásico de Ray Bradbury: ‘Crónicas marcianas’. Para quien no
haya leído el libro habrá que comentarlo sintetizado. Bradbury escribió este
libro en 1950, y este año se cumplirán cien años del nacimiento del autor.
Estas ‘crónicas’ comienzan en 1999, con la llegada de la primera expedición
terrestre a Marte. Serán cuatro en total hasta 2001, y esta última será la que
conquiste el planeta rojo, enterándose que los marcianos han muerto por miles
contagiados por una enfermedad: la viruela. Una civilización que había vivido
por cientos de siglos, iba a quedar extinguida. Cuando la leí por primera vez
en la secundaria era una alegoría de un escritor norteamericano que describía
la conquista del Far West, matando indios y llevando la civilización
anglosajona. La ciencia ficción como
siempre va dejando de ser ciencia- ficción a medida que la tecnología avanza.
Setenta años después ese libro sigue teniendo más alegorías y metáforas: nos
habla de la soledad del hombre, de la necesidad de poder y dominio, de una
moral de control, de la codicia, de la
muerte. En los capítulos que sitúan a los terrícolas ya lejos de la tierra- por
qué en un momento hay una guerra atómico y explota- nos hace de nuevo pensar en
el sentido de una existencia.
Y esto ha sentido mucha gente en tiempos de
pandemia. Algunos no han podido soportar
su soledad, otros han empezado a valorar lo que tenían, y muchos siguen
angustiados por la incertidumbre de lo que vendrá en el futuro inmediato. Las
consultas de salud mental han aumentado mucho en el encierro, el miedo y la
depresión. Por eso esto de volver a pensar- ya no solo de la literatura,
sino desde lo tecnológico, permitía informar en qué están invirtiendo muchos de
los millonarios del mundo (los que están entre los más ricos de la humanidad
con billones de dinero). Uno de ellos es Elon Musk, quien ya habla de la
colonización de Marte para 2030.
Por eso todo lo que sea inversión tecnológica, es
muy bienvenida, especialmente si el Estado logra comprender qué se investiga y
produce para el futuro. El ejemplo más claro fueron las creaciones de
satélites, para tener nuestras propias comunicaciones. A su vez permite a las
nuevas generaciones expandir conocimiento y la imaginación. Ese era el efecto
que producía en niños, jóvenes, familias el parque ‘Tecnópolis’. Fue luego
desarmado, como hacen siempre los liberales: no invierten en algo del Estado.
Actualmente se está reconstruyendo poco a poco. Esta ‘Inversión tecnológica’ (Proyecto
Solar 54) ya por suerte nada tiene que ver con otro riojano, que anunciaba que
estaríamos en unos minutos en la estratósfera y luego en Japón.
Carlos
Liendro
(artículo aparecido en 'El Independiente' de La Rioja